Madrid, corazón de España, late con pulsos de fiebre. Si ayer la sangre le hervía, hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse, porque si Madrid se duerme, querrá despertarse un día y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra; jamás olvides que enfrente los ojos del enemigo te echan miradas de muerte.
Rondan por tu cielo halcones que precipitarse quieren sobre tus rojos tejados, tus calles, tu brava gente.
Madrid: que nunca se diga, nunca se publique o piense que en el corazón de España la sangre se volvió nieve.
Fuentes de valor y hombría las guardas tú donde siempre. Atroces ríos de asombro han de correr de esas fuentes.
Que cada barrio, a su hora, si esa mal hora viniere -hora que no vendrá- sea más que la plaza más fuerte.
Los hombres, como castillos; igual que almenas, sus frentes, grandes murallas sus brazos, puertas que nadie penetre.
Quien al corazón de España quiera asomarse, que llegue, ¡Pronto! Madrid está lejos. Madrid sabe defenderse con uñas, con pies, con codos, con empujones, con dientes, panza arriba, arisco, recto, duro, al pie del agua verde del Tajo, en Navalperal, en Sigüenza, en donde suenen balas y balas que busquen helar su sangre caliente.
Madrid, corazón de España, que es de tierra, dentro tiene, si se le escarbara, un gran hoyo, profundo, grande, imponente, como un barranco que aguarda... Sólo en él cabe la muerte.
La represión en Madrid llevó a las cárceles a miles de personas. Algunas desaparecieron para siempre y sólo quedó el recuerdo oculto que sus familiares guardaron entre el miedo y el dolor.
Sus historias fueron perdiéndose sin que hubiese llegado un tiempo mejor, sin que hasta la fecha haya sido posible rehabilitar sus nombres y su memoria.
Timidamente van saliendo a la luz objetos, recuerdos, nombres..
Y hoy, no queremos seguir perdiendo la ocasión de conocer nuestra historia, de regalar algo de justicia a quienes sufrieron por defender unos ideales nobles y proclamar la libertad.
Este museo es por todos ellos, porque no queremos olvidarles.
QUIÉNES ERAN
Las víctimas de la Represión franquista en Madrid
Archivo sonoro
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¿Sabéis por qué muero yo fusilado por el franquismo?
Homenaje 28 de marzo de 2009
"Que el 70 aniversario de la impunidad de los crímenes franquistas en Madrid sea próspero en información, reconocimiento y justicia." Os esperamos a todos
1 comentario:
Nunca é demais lembrar o grande Rafael Alberti:
Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
porque si Madrid se duerme,
querrá despertarse un día
y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra;
jamás olvides que enfrente
los ojos del enemigo
te echan miradas de muerte.
Rondan por tu cielo halcones
que precipitarse quieren
sobre tus rojos tejados,
tus calles, tu brava gente.
Madrid: que nunca se diga,
nunca se publique o piense
que en el corazón de España
la sangre se volvió nieve.
Fuentes de valor y hombría
las guardas tú donde siempre.
Atroces ríos de asombro
han de correr de esas fuentes.
Que cada barrio, a su hora,
si esa mal hora viniere
-hora que no vendrá- sea
más que la plaza más fuerte.
Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Quien al corazón de España
quiera asomarse, que llegue,
¡Pronto! Madrid está lejos.
Madrid sabe defenderse
con uñas, con pies, con codos,
con empujones, con dientes,
panza arriba, arisco, recto,
duro, al pie del agua verde
del Tajo, en Navalperal,
en Sigüenza, en donde suenen
balas y balas que busquen
helar su sangre caliente.
Madrid, corazón de España,
que es de tierra, dentro tiene,
si se le escarbara, un gran hoyo,
profundo, grande, imponente,
como un barranco que aguarda...
Sólo en él cabe la muerte.
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