Mostrando entradas con la etiqueta El corazón helado. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta El corazón helado. Mostrar todas las entradas

jueves, 14 de agosto de 2008

Andando al cementerio. De Casildas e hijos


A pesar de las condiciones imposibles, esposas, madres, hijos y compañeros, acudían con frecuencia junto a las fosas de sus familiares fusilados. Josue Lillo cuenta como vivió de chiquillo aquella experiencia:
"Los que estuvimos cerca de aquello no lo podremos olvidar y tenemos que contarlo para que quede en la memoria del pueblo.

Subíamos andando campo a través, desde Vallecas, por el camino del “Barrio de las latas” (hoy Moratalaz), y subiendo la cuesta llegábamos hasta las tapias del cementerio. Un reguero de mujeres, niños y algunos hombres, todos de negro... Era tanta la gente que acudía que parecíamos hormigas unas detrás de otras.

No contentos con lo que habían hecho, nos obligaban a dar la vuelta al cementerio (a la entrada más lejana) para llegar al mismo sitio y poder acercarnos a las tumbas de nuestros seres queridos.
Ya ante las tumbas todo eran llantos contenidos , pues no se podía llorar porque éramos rojos y no teníamos derecho a acordarnos de los nuestros.
Fueron años de hambre, miedo, soledad, miseria y todas las penurias imaginables.
Cuando iba con mi hermano, los dos solos y agarrados de la mano, aunque éramos muy niños las miradas las sentíamos dentro causándonos dolor, pues había de todo: unas nos despreciaban, a otras les inspirábamos lastima y otros pocos, que fueron los mejores nos dieron protección y cariño." Josue Lillo.

Almudena Grandes, también retrata a través de Casilda (personaje de "El Corazón helado"), el tesón y coraje que mostraron las familias de las víctimas del franquismo.