domingo, 13 de junio de 2010

Los recuerdos de Simón Barceló


Simón Barceló Ochogavia nació en la Seo de Urgell en 1902. Pronto se quedó huérfano de padre e ingresó con sus hermanos en el Colegio de Huérfanos de la Guardia Civil. Cuentan que era un niño muy religioso y que incluso dormía con una estampita en la mesilla, cosa que no le dejaban tener en el colegio, y a partir de ese momento lloraba todas las noches. Pero pronto su fe se resquebrajó. Uno de sus primeros destinos fue prestar servicio en la iglesia de Jesús de Medinaceli en Madrid y se horrorizó al ver sacar dinero en carretillas de las limosnas que dejaban los fieles. Eso, le hizo pensar que la iglesia y la religión seguían caminos diferentes. Desde muy joven le gustaba ayudar al que lo necesitaba, tal vez por eso se empezó a interesar por los movimientos obreros, así en 1934 se involucra en algunos actos que le llevan a ser represaliado y se le traslada a un pequeño pueblo de la provincia de Zamora (Otero de Bodas) donde aún le recuerdan con mucho cariño. Allí nacen sus hijos Simón y Carlos. En Madrid nacerían Carmen, Maruja y Antonio. Después de las elecciones de 1936 consigue volver a Madrid para ponerse a las órdenes de Fernando Condés.El golpe de Estado le pilla en el acuartelamiento del Parque donde permanece 15 días hasta que es nombrado para el servicio de ambulancias (Dependencia de Talleres) para transportar heridos desde el frente de Guadarrama. El contaba que estaba a las órdenes del general Miaja. Marcha voluntario a Cuenca con intención de formar allí una columna de milicias. En Octubre de 1936 es promovido a alférez dándole el mando de una compañía. En Julio de 1937 es nombrado para el departamento Especial de Información del Estado (DEDIDE) y destinado a Albacete como Jefe de Destacamento de dicha capital. Más tarde pasa ya como Teniente de Compañía de Asalto a Jaén y después a Murcia teniendo como misión mantener el Orden Publico y hacer controles. Se afilia al Partido Comunista a primeros del año 1937. Pasa la guerra en diferentes frentes. Durante este tiempo ayuda a amigos de derechas. Tal vez por eso, tal vez por sus hermanos que estuvieron en el frente Nacional, su pena de muerte pasa a ser de 30 años y un dia. Es detenido en Madrid nada más acabar la guerra y ahí, como tantos otros, sufre torturas y penalidades hasta que se le juzga en Noviembre de 1940 por Adhesión a la Rebelión Militar por el Juzgado Especial de Espionaje y Comunismo. Aquí empieza su peregrinar por diversas cárceles españolas…Penal del Dueso…Prisión Provincial de Pamplona…Destacamento Penal de Guernika (año 1942). Hasta llegar a la prisión de Carabanchel en el año 1947. Trabaja como esclavo en la construcción del Valle de los Caidos.
Por suerte conservamos algunas de los objetos que hizo en la cárcel un reloj, una pequeña cajita de latón y un pañuelo pintado a mano afición que conservó, y hay algunas telas pintadas con pájaros y flores enmarcadas que si no se hubieran perdido. Se le aplica un indulto parcial dejando la pena en 20 años y un día. Sale de la cárcel en libertad provisional en Octubre del 1952. Por haber extinguido su condena de 15 años con abono de 1126 días redimidos como consta en su certificado de Liberación. Sale enfermo y teniendo que mantener a su familia haciendo “chapuzas” casi siempre de pintor. Su familia ha sobrevivido, menos una de sus hijas muerta por tuberculosis. Sus hijos pasaron por el Auxilio Social siendo rapados y vejados por ser” hijos de rojo” su mujer cose pantalones 16 horas diarias. Consigue una pequeña paga por haber sido Guardia Civil pero no se le reconoce rango. Muere en el año 1971 a la edad de 69 años como consecuencia de todas las penalidades sufridas en la cárcel. Esta pequeña biografía ha sido posible gracias a los papeles que obran en poder de su nieto Carlos y los datos que nos ha proporcionado la mujer de su hijo mayor Simón (Manuela Garcia Nava), ya que él nunca contó muy poco sobre la guerra a sus hijos y menos aún sobre su paso por la cárcel. Sus nietos recuerdan que fue un hombre serio y recto al que le gustaba contar cuentos inventados por él. Eran demasiado pequeños cuando murió para que les contara otra cosa. Hoy su biznieta Mª Elena Barceló reivindica la figura de su bisabuelo. En la calle lleva su foto a todos los actos exigiendo Verdad, Justicia y Reparación.
Fuen Benavente.