domingo, 30 de mayo de 2010

El amo de la pista...era comunista


José Américo Tuero Paraja, nació en Argentina y regresó a España para quedarse, para enriquecer su cultura y su deporte, para apostar por el pueblo. El fascismo se lo impidió.
Aquí estaba ya, en la parrilla de salida de la primera vuelta Ciclista a España en abril de 1935, donde a pesar de sufrir una terrible caída en la última etapa, pudo completar sus 250 kms. y acabar en Madrid el decimonoveno en la General.“Y Américo Tuero, el madrileño, sufre una caída terrible sobre la lija del camino. Se levanta y grita desesperadamente, cree que no podrá seguir, que no podrá llegar a Madrid, y su desconsuelo impresiona a los seguidores. Precisamente Tuero nos decía esta mañana en Zamora:
- No he podido dormir durante toda la noche, con el deseo de llegar a mi pueblo. Es una ilusión enorme la que tengo.Por fortuna, todo se arregla cuando un ciclista tiene voluntad. Los médicos de la carrera vendan a Tuero, y éste sigue la prueba lleno de parches.”
(Crónica para ABC de la última etapa, Zamora – Madrid. 250 kms., de la Primera Vuelta Ciclista a España en mayo de 1935).
 Su hija Chely conservó sus triunfos, sus copas y, lo que resulta más emotivo, la indumentaria deportiva con la que José Américo se realizó como ciclista

Pero no dejó de pedalear por la causa republicana y por el socialismo, desde Madrid a Playa Girón, hasta que murió en La Habana, honrado en su despedida (por esas coincidencias y esperanzas que da el destino a los luchadores más anónimos) por un grupo de veteranos de la Brigada Lincoln que se encontraban allí de visita.

Anverso y reverso (todas las fotos cedidas por Chely Tuero)

Su hija, Chely Tuero, ha querido compartir con nosotros algunos de sus tesoros. Su historia comprometida con la República Española y con el Partido Comunista y su Clase, sus increíbles y románticos avatares, como su fuga del Valle de los Caídos, que le mantuvieron vivo para la esperanza hasta finales del pasado siglo.



Trabajos desde la prisión

Su historia, como anticipa Carlos Fernández en su trabajo Madrid Clandestino, se entronca con la de nuestros familiares, compartiendo lucha y presidio con ellos, con Marcos Ana y con tantos otros que corrieron peor destino. La completa y enriquece en testimonios, en dignidad y en la modestia de quien no espera medallas (aunque, por amplias miras de otros pueblos más agradecidos, fuera reconocido y galardonado como debía).

Terraza del piso de la calle Alcalá, 166 donde aprovechando el bautizo de Chely (en la foto), se constituyó la Comisión Central Reorganizadora del PCE
Carta de despedida a sus compañeros fusilados

Esto, es sólo un avance de su historia, son imágenes e ideas que contribuyen a que sigamos recuperando toda la historia que nos hurtaron y que debería contribuir a dignificar a todos los que nos sentimos herederos. Esperamos que pronto podamos disfrutar del libro que José Américo Tuero fue escribiendo a lo largo de su vida y que tuvo que completar Chely ante su prematura muerte.(*)

Muchas gracias, Chely. Ojalá que la historia ejemplar de José Américo Tuero pueda llegar a todos los confines de la dignidad y de la deuda que tendremos siempre pendiente con los que emplearon su vida por un mundo más justo.

Leer un buen resumen de su biografía en: Deportistas Históricos. Américo Tuero, el ciclista republicano