martes, 23 de septiembre de 2008

Los fusilamientos en Alcalá de Henares


La Represión en Madrid se extendió a muchas de sus localidades. Hoy conocemos gracias a los trabajos de investigación realizados en los Registros Civiles, una aproximación al número de víctimas, aunque dista mucho de las cifras reales, dadas las dificultades de todo tipo y en ocasiones la escasa o nula colaboración de las administraciones. En el caso de Alcalá de Henares, donde los fusilamientos continuaron al menos hasta 1945, el listado que disponemos fue elaborado por iniciativa de un familiar, Julián Dueñas, que pudo recoger todas aquellas muertes de los “legalmente asesinados” correspondientes a un año de represión y en cuyas certificaciones se reseñaban como causa de la muerte, los disparos por arma de fuego, entre otras.
Este es el Listado de fusilados en Alcalá de Henares, elaborado por Julián Dueñas Méndez.


La Memoria a Subasta


Cartas como estas aparecen cada día anunciadas en páginas de subastas, donde pueden ser compradas por coleccionistas o curiosos.
"Lote de cartas de un prisionero republicano" 60 euros.
Son una parte de la Memoria que seguramente ya no recuperaremos las familias.
Fueron celosamente guardadas durante años y ahora, que ironía, se pierden para siempre mientras miles de personas rastrean archivos en busca de cualquier dato.
¿Será imposible que documentos como estos pasen a manos de nuestros hijos?
Cuando la Memoria se convierte en souvenir, entonces, sólo entonces es posible subastarla.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Boda y muerte en un día


Arturo Lodeiro estaba en la cárcel el día en que se casó con Julia Muñoz. No llegaron a verse como marido y mujer. Se casaron por poderes. Arturo, cerrajero, de 35 años, que llevaba casi diez meses detenido, estaba "a punto de morir", fusilado. (...)

Años más tarde, esas cartas cayeron en manos de su nieta, que se enamoró del hombre que en sus últimas horas de vida sólo pensaba en casarse con su novia para que no fuera madre soltera y en garantizar su supervivencia, para lo cual era imprescindible impedir que la consumiera el odio - "ya sabes que no quiero rencores, acepta esto con la mayor resignación y considéralo como lo que es, un error" -. Cuando Julia Mota terminó de leer, necesitó encontrarle.
Empezó a preguntar por él en cada archivo. En Instituciones Penitenciarias le facilitaron un documento que le provocó una indignación imperecedera, y que dice: "Ingresó en prisión el 14 de junio de 1939. Entregado el 27 de abril de 1940 al piquete de ejecución para dar cumplimiento a la sentencia de muerte. Delito: No consta". "¡Mataron a un hombre sin saber por qué!", grita Julia, 68 años después del fusilamiento de su abuelo. Más tarde, en el foro Memoria y Libertad, dio con alguien que tenía no sólo noticias sobre el paradero de Arturo Lodeiro, sino su mismo apellido.
"No conocíamos a la familia de mi abuelo, ni ellos a nosotras. Ni siquiera sabían que se había casado", explica Julia. Hasta el punto de que cuando los gestores del cementerio de la Almudena buscaron a la familia Lodeiro para preguntarle si quería llevarse sus restos -diez años después del fusilamiento-, llamaron al padre del ejecutado y no a su viuda. "Lo exhumaron y se lo llevaron a su panteón familiar. Mi abuela nunca lo supo". Un día, en Internet, Julia tropezó con aquella parte de la familia que no conocía y encontró por fin a su abuelo. "Fui a ver el panteón familiar al cementerio el pasado 12 de abril. Sentí de repente una tranquilidad absoluta".


El País. Natalia Junquera

sábado, 13 de septiembre de 2008

Maldito baile de muertos

Algo más que una canción para todos nosotros. (El pasado 14 de junio Luis Eduardo pintó un beso infinito, no sabe cuanto tenía de infinito y de beso.)

"Escribí "Al alba" los días previos a los fusilamientos y con mucha urgencia. Debe haber sido una de las canciones que más rápidamente me surgieron, pero quería que la gente la cantara. La verdad es que no tuve que pensar mucho, salió del dolor".

AL ALBA

Al alba
(Luis Eduardo Aute)

Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Los republicanos en el Valle de los Caídos

Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, publicó este artículo hace un año.
(...)Durante los últimos meses de 1958 y los primeros de 1959 llegaron al Valle de los Caídos los huesos de miles de personas enterradas en los cementerios madrileños de Carabanchel y de la Almudena y en fosas comunes de otros cementerios de provincias. Los monjes benedictinos, a quienes se les había otorgado el cuidado de la abadía, recibían las arcas con los huesos y anotaban las referencias que constaban de esos muertos. Su número exacto e identidad es un secreto. Daniel Sueiro, en la investigación más detallada que existe sobre la historia del Valle de los Caídos, publicada en diciembre de 1976, escribe que a comienzos de 1959 habían sido enterrados bajo esa cripta "unos veinte mil fallecidos en la pasada guerra", que pudieron llegar a setenta mil a finales de la dictadura.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Cuando no recordamos



Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras... oh...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe...

Cuando no recordamos lo que nos pasa,
nos puede suceder la misma cosa.
Son esas mismas cosas que nos marginan,
nos matan la memoria, nos queman las ideas,
nos quitan las palabras... oh...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe...
Si la historia la escriben los que ganan,
eso quiere decir que hay otra historia:
la verdadera historia,
quien quiera oir que oiga.
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe...
Nos queman las palabras, nos silencian,
y la voz de la gente se oirá siempre.
Inútil es matar,
la muerte prueba
que la vida existe...

(Gracias al Rincón de la Memoria y a Enredada que no han descubierto esta canción)

martes, 9 de septiembre de 2008

"Hasta la raíz"


Echar la vista atrás hacia los desmanes violentos que se cometieron durante el franquismo puede ser un ejercicio inútil, habida cuenta de que lo pasado, pasado está, y que el dolor ocasionado no se puede restañar, al margen de leyes de la memoria histórica. Sin embargo, el lector valiente puede encontrar en "Hasta la raíz", de Javier Rodrigo, un riguroso recuento de un tiempo en que la violencia se convirtió en el más eficaz argumento político.
El autor del libro, doctor europeo en Historia Contemporánea por el Instituto Universitario Europeo de Florencia, avisa que el análisis de "esas violencias" (paredores de fusilamiento, fosas comunes, cárceles clandestinas o campos de concentración) que existieron en el franquismo, "debe alejarse de simplificaciones y maniqueísmos" y de "martirologios alimentados por la confusión y la propaganda". (Leer más)

lunes, 1 de septiembre de 2008

Un espacio para Germán

Cuando comienzan la mayoría de nuestras búsquedas, todos esperamos dar no sólo con papeles y documentos que hablen de nuestros familiares y nos aporten los datos que nunca hemos conocido. También soñamos encontrar a personas que les recuerden, que nos hubiesen podido hablar de ellos, pero la mayor parte de las veces, llegabamos tarde. Muy pocos de nosotros encontraron a esos camaradas, pero sí encuentras personas fantásticas, como Germán Alonso. Desde el principio se volcó con nosotros y nos aguanta las muchísimas preguntas que le vamos planteando.

Este es Germán, y a sus recuerdos debemos agradecer mucho de lo que hoy sabemos. Ofrecerlos nos parece la mejor manera de hacerlo.

"Tenía 16 años cuando fue encarcelado al acabar la guerra hoy cumplidos ya 85 años se ha convertido en nuestros ojos y nos ha regalado sus recuerdos. Es ante todo un superviviente que se empeña en aprender informática para no quedarse atrás, que disfruta de la vida con la misma pasión con la que la ha vivido. Ahora estos recuerdos forman parte de nosotros como de él y de la misma manera generosa que Germán nos los brindó, los lanzamos al viento en nuestro foro donde otros sin duda los habrán hechos suyos y al abrigo de sus palabras se habrán imaginado a sus familiares, dolidos, presos pero a la vez bravíos, plantando cara a las adversidades, crecidos en sus ideales y esperanzados en un futuro que ya no les pertenecía. Con él te envuelve un sentimiento de reencuentro y aunque acabes de conocerle sientes que vuelves a algo que no es distante, todo lo contrario, es un eslabón más que añadir a la cadena.
Germán, que tanto tiene de todos nuestros abuelos, nos habla con las palabras de ellos, y se siente un poco abuelo de todos nosotros. Siete condenas a muerte, ocho años encarcelado y toda su vida luchando por lo que cree. Camarada y amigo de muchos de nuestros familiares fusilados con lo que compartió los sufrimientos de las cárceles, no ha dudado en hablarnos de todo aquello con arrojo, con humor, sembrándonos de orgullo y de anécdotas un tiempo del que nadie como él podría hablarnos. "